Una vida saludable, es más vida

viernes, 10 de mayo de 2013

DIETA

Los errores que cometemos cuando hacemos dieta......


¿No consigues eliminar los kilos que te sobran? ¿Quieres abandonar la "dieta perpetua" a la que pareces condenada? ¿Estás cansada del efecto rebote? Te ofrecemos una serie de consejos para que tu plan de adelgazamiento sea eficaz.

Adelgazar llega a convertirse en una de las grandes obsesiones de muchas mujeres a lo largo de su vida. Parecen condenadas a "dietas perpetuas" que más que ayudarlas a perder peso, les hace aumentar su frustración porque no lo consiguen.

De hecho, según las últimas estadísticas publicadas, el 44,6% de las españolas tiene sobrepeso, lo que demuestra que gran parte de ellas no consigue su objetivo.

A fecha de hoy hay registradas más de 130 dietas y su número va en aumento. Los especialistas aseguran que una mujer puede llegar a realizar una media de 94 regímenes de 4 semanas de duración cada uno, lo que equivale "estar a plan" un total de 8 años.

En una sociedad como la nuestra en la que día a día crecen los índices de la obesidad y el sobrepeso y en la que persisten los cánones de belleza marcados por la delgadez, la prioridad para muchas es perder peso de forma rápida sin tener en cuenta otros parámetros.

Ante cualquier duda sobre qué tipo de dieta seguir o cómo llevarla a a cabo, los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad  enumeran los 10 errores más comunes que comentemos a la hora de ponernos a dieta:

1. Escoger la dieta al azar es igual de malo que estar a “dieta perpetua”.  La dieta ha de ser a medida, tiene que ajustarse a nuestras necesidades. Si queremos adelgazar es indispensable acudir a un especialista y seguir un programa  basado en nuestras características propias, tanto emocionales, como metabólicas, como de hábitos y vida social.

2. Fijarnos unos objetivos muy altos a corto plazo. A muchas personas les entran las prisas en determinadas ocasiones, ya sea para “lucir tipito en una boda” o para “superar la prueba del bañador”. “Lo saludable y eficaz es perder 1Kg a la semana, 1,5Kg si realizamos actividad física, por encima de éste peso corremos el riesgo del efecto rebote, de perder principalmente agua y masa muscular, y de a los pocos días encontrarnos irritables, apáticos y débiles”, asegura Rubén Bravo experto en nutrición.

3. Saltarse las comidas. Está demostrado que realizar unas 5 comidas al día favorece el seguimiento de la dieta. La ingesta de alimentos debe ser cada 3-4 horas. Esto favorece un aumento del gasto metabólico y nos ayuda a evitar la ansiedad y a llegar con menos hambre a la siguiente comida.

4. Retirar algún grupo de alimentos o los que nos dan placer. “Para perder peso de forma efectiva, evitando el efecto rebote a medio y a largo plazo, no hay que retirar ni las proteínas, ni las grasas, ni los hidratos de carbono; simplemente hay que reducir la ingesta de algunos alimentos y aumentar la de otros, dejando los objetos de placer como excepción para el fin de semana.Con ello no sólo perderemos peso al mismo ritmo, sino que nos procuramos un aliciente psicológico y los niveles de ansiedad disminuirán”, aconseja el especialista.
  
5. El mismo menú todos los días. La falta de variedad en una dieta aburre y hace que nos cansemos de ella al poco tiempo. Hay una amplia variedad de alimentos, condimentos y formas de cocinar alternativas que nos ayudan a ser más creativos a la hora de comer. Si no nos gusta mucho la cocina, un buen libro de cocina fácil nos echará una mano en estos casos.

6. No beber agua durante la comida. Nada más lejos de la realidad, pues beber agua en la comida no sólo que no engorda, sino aumenta los niveles de saciedad y nos hará comer menos cantidad. “El agua desnaturaliza el alimento a la hora de metabolizarlo y ralentiza nuestra digestión, incidiendo de forma directa en los niveles de acidez digestivos, por tanto es indispensable en la ingesta”, concluye Bravo.

7. El “light” también engorda. Es común que cuando estamos a régimen introduzcamos alimentos con menos calorías o Light en la dieta. Sin embargo, muchas veces al saber que estos alimentos engordan menos, tendemos a consumir mayor cantidad. Al final, el resultado puede ser en un aporte calórico igual al alimento original.

8. Cenar sólo fruta. Llega el verano y el melón y la sandía se convierten en una cena “ligera” y refrescante. A pesar de que las frutas nos aportan mucha agua y vitaminas, también hay que tener en cuenta que contienen azúcares simples, que se digieren de forma rápida y nos proporcionan energía que precisamente no nos hace falta a última hora del día. Lo ideal es comer la fruta sola, así se absorben mejor los nutrientes, o media hora antes de la comida por su efecto saciante.

9. Mucha dieta, pero poco ejercicio. El término adelgazar consiste en conseguir gastar más calorías de las que nuestro cuerpo necesita para que éste recurra a las reservas de grasa para obtener energía. Cuando estamos a dieta restringimos el aporte de energía, pero ¿qué pasa cuando dejamos la dieta y volvemos a aumentar las calorías diarias? La actividad física hace que nuestro gasto calórico sea mayor y, por lo tanto, que consumiendo las mismas calorías no engordemos.

10. Consultar la báscula de forma compulsiva. Muchas veces la impaciencia de adelgazar rápido nos juega una mala pasada.  Los nutricionistas aconsejan no pesarse de forma compulsiva, ni mucho menos cada día o de forma excesiva –por la mañana y por la noche-. Lo idóneo sería consultar la báscula una vez a la semana, al ser posible por la mañana y siempre en la misma hora.




miércoles, 1 de mayo de 2013

LA PROTEÍNA DEL FUTURO

Proteína vegetal : La soja


Muchos ya conocen las magníficas cualidades y beneficios de la soja, pero para los que aún no tenéis claro en qué consiste esta alternativa saludable, vamos a describir a continuación algunas de ellas.
La calidad proteica de la soja es superior a la de cualquier otro vegetal o animal siendo la composición orgánica de sus proteínas las que se asemejan más a la de la carne.
Las grasas que contiene la soja si bien son muchas la calidad de éstas son inmejorables para nuestro organismo pasando a la categoría de necesarias e importantes.

Posee ácidos grasos no saturados como grasas fosforadas tan necesarias para el sistema nervioso ya que son productores de él.

El contenido de lecitina que posee ayuda al mejoramiento de distintos órganos tal como hígado, riñones, corazón. 

Es de gran utilidad para quienes padecen de hipertensión, gota, reuma etc. En fin, para todas las afecciones causadas por el exceso de ácido úrico. 

Es particularmente eficaz para las personas hipertensas dada su relación sodio-potasio.

Posee propiedades diuréticas. 

Contiene vitaminas en cantidades abundantes principalmente A y B además de B12, C, E, F, K y U. 

Minerales que aporta la soja, fósforo, hierro, cobre, zinc, manganeso, nitrógeno, potasio, azufre, cloro, yodo, aluminio.
Vamos a hacer una breve síntesis de la importancia de este alimento.
Sus proteínas reponen las células del cuerpo.

Forman hormonas y entran en la composición de la sangre.

Sus hidratos de carbono proveen energía y calor al organismo.

Sus grasas favorecen a los tejidos óseos dentarios, sanguíneos y plasmáticos.

Sus minerales regulan las funciones del cuerpo y del sistema nervioso además de combatir infecciones y proteger la piel
No tiene comparación a las clásicas proteínas de suero de leche, tan comercializadas y tan por debajo en beneficios a los de la soja.


Por todo ello, su  ingesta , no sólo nos alimenta, sino que añade nutrientes necesarios para una salud envidiable.
Ahora que comienza el buen tiempo, y que a algunas personas les cuesta seguir la pauta saludable de las cinco ingestas diarias de alimento, os propongo una alternativa sana y fácil de tomar : un Batido

A continuación , cuatro recetas fáciles que SportLife nos propone.

Sólo tienes que unir todos los ingredientes, batir y listo: se preparan en 5 minutos, son nutricionalmente equilibrados… ¡y están ricos! Prueba a hacer tus propias variaciones, no tienes más que ver las propiedades de cada ingrediente en "Alimentos de la A a la Z." Prepara tu batido según el objetivo que quieras conseguir: ganar músculo, quemar grasas, recuperarte de una sesión de entrenamiento intensa o prevenir una infección:

El GanamúsculoEl QuemagrasasEl RecuperadorEl Antiinfecciones
150 cc leche semi
100 cc agua
40 g proteína de soja
1 plátano
250 cc agua
1 pera
1 manzana
50 g fresas
30 g proteína de soja
300 cc leche semi
20 g proteína de soja
1 plátano
2 rodajas de piña
200 cc leche semi
1 yogur natural
100 g moras u otros frutos del bosque
2 cucharadas de miel de romero

EN EL GIMNASIO..


Tipos de monitores de gimnasio


Entrenamos , la mayor parte de las veces, gracias a ellos, a sus consejos , a su preparación , a su asesoramiento e interés..
Viendo artículos en este invento que es el mundo de internet, he encontrado éste, que me parece simpático para estos días de descanso.

Hay muchos.., unos buenos y otros malos, demos un repaso a los más modelos más representativos en cualquier instalación deportiva..

El Petao

Normalmente los monitores están fuertecitos, pero con “el petao” me refiero a ese monitor que da miedo verlo, que apenas puede moverse de la cantidad de músculos que tiene y que uno se asusta cuando viene a la sala de musculación a comprobar si hacemos bien los ejercicios. El petao suele llevar su camiseta de tirantes y unos pantalones que dejan ver medio glúteo. Tiene el extraño pensamiento de que todo el mundo tiene que entrenar para estar como él.
petao

El incombustible

Suelen ser los monitores más activos del gimnasio. Dan clase de aerobic, de spinning, de body pump y luego si hace falta se meten en la sala de pesas a seguir machacándose. Son como el conejito de duracell, duran, duran y duran. Siempre nos suelen despedir con un: “mañana seguimos ¿eh?, no vayas a faltar”. Estos no están excesivamente cuadrados, pero su cuerpo fibroso es lo que los distingue.
incombustible

El me la suda


Creo que todos en nuestra vida de gimnasio nos hemos encontrado con alguno de estos. El me la suda es un monitor que pasa de todo, sólo habla contigo para rellenarte la ficha al inicio, luego ni lo verás ni te mirará y si le hablas te mirará con cara de: “¿tú quién eres y por qué me hablas?. Suelen ser gente frustrada a la que no le gusta el mundo del fitness y sólo se dedican a entrenar por su cuenta o a hablar con el amiguete de turno. Afortunadamente estos son una especie en peligro de extinción.


EL profesional, el/la "supermonit@r"

Hasta hace unos años se contaban con la mano de los dedos pero los gimnasios se han dado cuenta que los supermonitores son de lo más rentable y un seguro para el gimnasio. El supermonitor o monitora te hace una tabla de ejercicios perfecta a tus características, te enseña a hacer los ejercicios pero sin agobios, te sugiere una dieta y te anima hasta el infinito y más allá. Es como el profe perfecto que tuvimos en el instituto, nos llevamos bien con él y sabe muchísimo del tema. Es una autoridad en su profesión. Ha dedicado su vida al mejoramiento físico de sus clientes y amigos. Le gusta su trabajo y transmite motivación a todo el mundo. Siempre anda estudiando maneras de optimizar nuestro entrenamiento. Corrije, aconseja, dá entrenamientos efectivos,El supermonitor no se las de de guapito, ni pasea músculo, sólo le importa hacer bien su trabajo. Cambia tablas con regularidad, y se apasiona por el bienestar físico de todos.


La monitora Tomb Raider
Las chicas no se iban a salvar. La Tomb Raider es la monitora que tiene esas piernas que ya las quisieras para ti. Sus hombros son como los tuyos y los de tu colega juntos y la flexibilidad es una de sus características más llamativas. No suelen ser muy simpáticas pero en una clase colectiva destrozan a cualquiera. Siempre hay cola para entrar a su clase, y si pillas la primera fila tus pulsaciones siempre andan por encima de las 170.
tomb raider

El coleguita

Es el monitor que conoce a todo el mundo, se lleva bien con todos y siempre anda por el gimnasio haciendo bromas a unos y otros. Nunca lo verás cabreado y dando clase nunca sufre, sólo sonríe. El coleguita anima a ir al gimnasio, siempre está bien que los monitores se muestren cercanos.

El perfeccionista

Aunque ser perfeccionista en un monitor es una virtud puede llegar el momento en que se convierta en un latazo. Algunos perfeccionistas siempre corrigen, aunque lo estés haciendo bien, si pasan por tu lado y estás en un máquina te dirán eso de: “así no, espera, esto se hace así...” Siempre presumen de estar al tanto de lo último en fitness y te cuentan los artículos que se leen.

La potentorra

Pues si señores, al igual que en en los personajes que hay en el gimnasio, la potentorra también es una monitora. Todo gimnasio que se precie tiene una potentorra (o dos). A diferencia de la Tomb Raider esta tiene un aspecto más refinado, con un cuerpo no tan grande pero perfecto, pelo pantene, cutis fino y unos pectorales que ni con la máquina de contractor. Si para la clase de la Tomb Raider hay que hacer cola para entrar a uno de la potentorra hay que echar una solicitud. A su paso se pueden escuchar frases como: “diossss, maaadre mía, qué come esa o lo que está de moda: ay omáaaaa que rica!”.
potentorra

Seguro que en tu centro deportivo, ya has visualizado a alguno de estos patrones..Espero te haya gustado
supermonitor
Fuente: Vitónica M.V Jansen



domingo, 28 de abril de 2013

REFRESCOS : ASPARTAMO

Lo "oculto" del marketing

Muchos de nosotros, echamos mano de ellos... 
Nos apetece algo fresquito cuando viene el buen tiempo, contienen pocas calorías, y nos los "venden" como inocuos y sanos para nuestra dieta...
¡OJO! A continuación detallamos  las "bondades" de estos maravillosos refrescantes, y lo "oculto" de su dañino consumo.

FoodFreedomNews/Traducido por elnuevodespertar

Tan sólo un refresco "light" diario puede aumentar el riesgo de leucemia en hombres y mujeres, y mieloma múltiple y linfoma no-Hodgkin en los hombres, según nuevos resultados del estudio más largo de la historia que se ha llevado a cabo sobre el aspartamo como carcinógeno en humanos. Es importante destacar que este estudio es el más completo y a largo plazo jamás realizado sobre este tema, por lo que tiene más peso que otros estudios anteriores que parecían no mostrar ningún riesgo. Y perturbadamente, también puede abrir la puerta a nuevos hallazgos similares en otros tipos de cáncer en estudios futuros. 

El estudio más profundo sobre el aspartamo - Más de dos millones de personas al año 

Para este estudio, los investigadores analizaron prospectivamente los datos del Nurses' Health Study y el Health Professionals Follow-Up Study durante un período de 22 años. Un total de 77.218 mujeres y 47.810 hombres se incluyeron en el análisis, para un total de 2.278.396 personas-año de datos. Aparte de la magnitud, lo que hace este estudio superior a otros estudios anteriores es la minuciosidad con la que se evaluó la ingesta de aspartamo. Cada dos años, los participantes recibieron un cuestionario dietético detallado, y sus dietas fueron reevaluadas cada cuatro años. Los estudios previos que no han encontrado ningún vínculo con el cáncer sólo han evaluado la ingesta de aspartamo de los participantes en un momento en el tiempo, lo que podría ser una debilidad importante que afecta a su exactitud. 

Un refresco de dieta al día aumenta el riesgo de leucemia, mieloma múltiple y linfomas no-Hodgkin 
Los resultados combinados de este nuevo estudio muestran que sólo una lata de 12 onzas (35,5 cl) de soda de dieta diaria nos lleva a: 

*42 por ciento mayor riesgo de leucemia en hombres y mujeres (análisis combinado) 
*102 por ciento mayor riesgo de mieloma múltiple (sólo en hombres) 
*31 por ciento mayor riesgo de linfoma no-Hodgkin (en los hombres solamente) 

Estos resultados se basaron en modelos de riesgo relativo multivariable, todos en comparación con los participantes que no bebieron soda de dieta. Se desconoce porqué sólo los hombres que han bebido mayores cantidades de soda de dieta mostraron mayor riesgo de mieloma múltiple y linfoma no-Hodgkin. Tenga en cuenta que la soda de dieta es la mayor fuente dietética de aspartamo (por ahora) en los Estados Unidos cada año, los estadounidenses consumen cerca de 5.250 toneladas de aspartamo en total, de los cuales alrededor del 86 por ciento (4.500 toneladas) se encuentra en refrescos de dieta. 

Este nuevo estudio muestra la importancia de la calidad de las investigaciones. La mayoría de los estudios anteriores que no muestran ninguna relación entre el aspartamo y el cáncer han sido criticados por ser demasiado cortos en duración y también inexactos en la evaluación a largo plazo de la ingesta de aspartamo. Este nuevo estudio resuelve estos dos problemas. El hecho de que también muestre una relación positiva con el cáncer no debería ser una sorpresa, ya que un anterior y mejor estudio de investigación en su clase realizado en animales (900 ratas durante sus vidas enteras naturales) mostraron resultados muy similares en el 2006: el aspartamo aumentó significativamente el riesgo de linfomas y leucemia, tanto en machos como en hembras. 

Más preocupante es el seguimiento de un mega-estudio, que inició la exposición de aspartamo en ratas en la etapa fetal. El aumento de riesgos de linfoma y leucemia fueron confirmados, y esta vez las ratas hembras también mostraron un aumento significativo (mamario) de las tasas de cáncer. Esto plantea una pregunta crucial: ¿en un futuro, estudios de alta calidad descubrirán vinculaciones con otros tipos de cáncer en el que el aspartamo se vea implicado (cerebro, mama, próstata, etc)?. 

Ahora hay más razones que nunca para evitar completamente el aspartamo en nuestra dieta diaria. Para los que son tentados a volver a los refrescos azucarados como una "saludable" alternativa, este estudio tuvo un resultado sorpresa: los hombres que consumen a diario uno o más refrescos azucarados vieron un aumento del 66 por ciento de linfoma no-Hodgkin (peor incluso que la soda de dieta). 
Tal vez la soda más saludable NO SEA SODA EN ABSOLUTO. 

sábado, 27 de abril de 2013

COMIDA ORGÁNICA

 Cualidades reales o mercado "placebo"


Si al consumir productos orgánicos piensas que tu cuerpo recibe más nutrientes que los que proporciona un alimento común y corriente, científicos de Stanford han demostrado lo contrario.
Si bien han quedado demostrados los beneficios de los productos orgánicos contra los comunes y corrientes, un nuevo estudio en la Universidad de Stanford  ha desmentido que aquellos provean más nutrientes en comparación con los “normales”.
En la investigación, los científicos hallaron niveles bajos de plaguicidas en frutas y verduras. Sin embargo, el aporte nutrimental respecto a los demás productos resultó ser ligeramente variable.
Los investigadores Dena Bravata y Crystal Smith-Spangler llegaron a esta conclusión tras revisar 240 estudios que señalan minuciosamente el valor nutrimental de distintos alimentos orgánicos y no orgánicos. Asimismo, otros datos interesantes salieron a la luz, como la insignificante diferencia entre la salud de los consumidores de productos orgánicos y la de aquellos que comen productos también llamados clásicos.
Por otra parte, se encontraron pocas diferencias entre el contenido de vitaminas de los alimentos ecológicos y los “normales”, aunque la excepción es la leche que, según datos del estudio, en el caso de la orgánica contiene hasta 30% más Omega-3.
Además de esta creencia, muchos consumidores de estos productos juran que sus alimentos son de lo más sano, pero con el enorme crecimiento que esta industria ha tenido, resulta imposible que todos los alimentos que tengan alguna leyenda que los certifique como orgánicos y cumplan cabalmente con todos los requisitos para que sean legítimamente orgánicos. Una de las razones por las que los alimentos “orgánicos” no son más nutritivos podría tener que ver con que una serie de megacorporaciones que controla esta industria y determina qué ingredientes son aceptados dentro de la lista blanca de comida orgánica.
Las mismas mega-corporaciones de las cuales rehuyen los consumidores de productos orgánicos en realidad controlan esta multimillonaria industria y determinan que ingredientes son admitidos dentro de la todopoderososa etiqueta de “orgánico”
La etiqueta de “orgánico” en un producto, especialmente un alimento, se ha convertido en una fórmula mágica que nos hace sentirnos bien al tiempo que gastamos dinero extra para obtener un bienestar prometido. Sin embargo esta industria, la de la comida orgánica, al menos en su versión de supermercado, se ha convertido en una enorme fantasía cooptada por las grandes corporaciones de las cuales supuestamente huyen las personas que compran productos orgánicos.
En una lógica perversa el negocio parece ser redondo. Primero grandes corporaciones, del llamado Big Food, llenan los alimentos de aditivos, conservadores y demás “químicos” que contaminan la salud de los consumidores; se crea un movimiento de conciencia en torno a estos alimentos y se genera una industria que busca salvaguardar el bienestar del consumidor produciendo alimentos a la vieja usanza, manteniendo un estándar de calidad. Se populariza el término orgánico, un tanto difuso, para significar aquellos productos que no involucran métodos de producción moderna tipificados en el uso de pesticidas, fertilizantes químicos y modificación genética–en general que no dañan a los animales y al entorno en el que lo producen. Una especie de purismo ideológico que alimenta. Los químicos son los enemigos –aunque por supuesto todo organismo es químico naturalmente.
Buscar alimentarse sanamente y romper con la cadena alimenticia que controlan las grandes corporaciones, regresar a los pequeños productores y otorgarle ese valioso coeficiente, perdido en el proceso industrial, de hacer los alimentos con una intención de nutrir (“hecho con amor” es el slogán favorito), parece algo no solamente positivo sino incluso parte de la evolución humana. Sin embargo, ya sea por los invasivos y malignos tentáculos de las grandes corporaciones o por la ingenuidad del consumidor que lo que compra generalmente son ilusiones que satisfacen su producción de dopamina y reafirman cómodamente lo que quiere que sea la realidad, en muchos casos esta moda de alimentarnos de productos orgánicos no es más que un plácido y frívolo (aunque sea bienintencionado) autoengaño. Y ahora son las mismas compañías,  que producen  o producían alimentos casi venenosos, las que promueven los alimentos orgánicos, enarbolando un nuevo mito de comunión edénica a partir del poder inmaculado de la comida no alterada por los procesos industriales de la modernidad: un regreso a natura.
El New York Times publica un interesante artículo sobre la realidad detrás de la gran industria de los alimentos orgánicos, con un valor anual de hasta 30 mil millones de dólares en ese país. El hecho de que los consumidores estén dispuestos a pagar más dinero por un producto orgánico no ha pasado desapercibido para las grandes corporaciones de alimentos que, recurriendo a su varita mágica, el marketing, han logrado –sin que el consumidor lo perciba– tomar control del mercado e influir en cómo y en qué se etiqueta “orgánico”.
Muchas de los grandes nombres de los alimentos orgánicos han sido adquiridos por las grandes corporaciones de alimentos sin que esto llegue al conocimiento del consumidor. Bear Naked, Wholesome & Hearty y Kashi, pertenencen al gigante de los cereales Kellog; Naked Juice es parte de PepsiCo; y detrás de Walnut Acres, Healthy Valley y Spectrum Organics está Heinz, la marca de ketchup cuyo CEO participa en la reuniones Bilderberg. Esto no es todo, Coca-Cola, General Mills, Nestle, Kraft y otras megacorporaciones han “devorado la mayoría de la industria de la comida orgánica en Estados Unidos. Ingredientes puros, producidos localmente en pequeñas granjas familiares, no mucho, que digamos”, escribe Stephanie Storm en el New York Times. ¿Comprarías ese jugo de arándano orgánico si supieras que es producido a fin de cuentas por Coca-Cola? ¿Te sabría igual?
Así las cosas en Estados Unidos, pero seguramente también en muchas partes del mundo en las que se adopta el modelo comercial de este país. Especialmente en los grandes supermercados, donde a veces el mismo producto, sólo con la etiqueta mágica de “orgánico”, cuesta casi el doble. Si quieres comer “orgánico” lo mejor que puedes hacer es crecer tu propio alimento o comprarlo a personas conocidas que tengan huertos cerca de donde vives. Aunque claro que puedes seguir comprando comida orgánica en el supermercado y seguramente te sabrá mejor y hará mejor a la salud, bajo el efecto placebo –siempre y cuando esto le gane a la parte de tu cerebro que te dice que estás cayendo en un truco de marketing y acabas de desperdiciar tu dinero.  ¿Qué eliges? y ¿en realidad importa?

Después de leer esto, ¿crees que la comida orgánica, con un valor económico tres veces superior al de la demás, realmente te está alimentando mejor? 
Fuente: pijamasurf


martes, 23 de abril de 2013

RECONOCER Y.. ¡ ABORDAR !


La obesidad será una gran causa de cáncer dentro de unos años









Jujuy al día® – Esa ha sido una de las conclusiones arrojadas durante la celebración del V Simposio de Prevención en el Fútbol y en el Deporte de España. El informe destaca que así como en la actualidad el tabaco es el principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer, en el futuro lo será la obesidad.
Los datos coinciden con la figura con la que hace un tiempo atrás el Dr. Máximo Ravenna calificó la acción negativa con la que la obesidad y el exceso de peso actúan sobre el cuerpo humano en general.
El especialista argentino considera que hay una doble relación entre cáncer y gordura. Para el reconocido nutricionista, la primera apreciación tiene que ver con que la grasa actúa en el cuerpo de manera similar a un proceso metastásico y la segunda se refiere a que el sobrepeso es proclive a la proliferación de células cancerígenas, incrementando tanto la aparición de una enfermedad oncológica como la consecuente mortalidad derivada de la misma.
“El tejido graso produce una gran malestar en el cuerpo porque se desarrolla como un órgano en sí mismo, que actúa disparando muchísimos problemas tales como cáncer, hipertensión, problemas coronarios, cardíacos, hepáticos, pancreáticos, etc.” dijo el titular del Centro de tratamiento de trastornos alimenticios más importante de Argentina.
Para Ravenna esa dualidad también se ve reflejada a través de diferentes estudios de obesidad y nutrición alrededor del mundo que han publicado trabajos en los que se demuestra que factores característicamente relacionados con la obesidad participan en la promoción del cáncer y, a la vez, genes relacionados con el cáncer como los oncogenes y genes supresores de tumores no funcionan correctamente en estados de obesidad.
El testimonio del reconocido psicoterapeuta también coincide con los datos publicados en los últimos días en el New England Journal of Medicine. La investigación indica que el exceso de peso es el factor que explica el 14% de las muertes femeninas y el 20% de las masculinas por cáncer en los EE.UU. Esto es igual a decir que si las personas no tuvieran exceso de peso en ese país se evitarían 90 mil muertes por esa enfermedad terminal cada año.
Había muchos estudios acerca de la relación entre el tipo de cáncer colorrectal y el de mama con la obesidad, pero esta investigación demuestra en ambos sexos que también lo están el de esófago, hígado, vesícula, páncreas y riñón.
En los hombres hay un riesgo significativo mayor entre obesidad y mortalidad por cáncer de hígado, estómago y próstata, y en mujeres, por cáncer de mama, de útero, de cuello uterino y ovarios.” Los varones con el máximo sobrepeso registrado mostraron “un 52% más de riesgo de morir por cáncer, y las mujeres, un 62 por ciento”.
Ante esto, para el Dr. Ravenna, el gran desafío de los obesos es “reconocer el problema, querer abordarlo y, a partir de allí, seguir una dieta adecuada y realizar actividad física, algo que contribuirá a evitar también otras enfermedades y a esquivar los trastornos destructivos que traen aparejados los kilos de más.

OBESIDAD : CAUSAS CIENTÍFICAS


Lacausa de la obesidad que han estado ocultando durante 75 años


Desde los años 50, la sabiduría popular sobre la obesidad apenas ha cambiado y se basa en una sencilla premisa: somos gordos porque comemos más de los que quemamos. La hipótesis del equilibrio energético, tal como se conoce a esta creencia, parte de una afirmación que pocos se atreven a cuestionar, una verdad de Perogrullo que todos creemos que se basa en el “sentido común”. Nos lo han enseñado en el colegio, lo hemos leído en las revistas y lo hemos visto por la tele. Pero, tal como asegura el científico y periodista Gary Taubes, una de las autoridades mundiales en el terreno de la divulgación sobre nutrición, no hay un sólo experimento científico que valide esta creencia tan extendida.  
Parece sorprendente, pero, en un ensayo publicado hoy en el British Medical Journal,Taubes asegura que la hipótesis del equilibrio energético no es correcta y, dado que consiguió arrinconar a la otra hipótesis, basada en fundamentos endocrinos y hormonales, es en última instancia responsable de la epidemia de obesidad que sufren los países occidentales y todas las enfermedades crónicas que ésta conlleva.Es un dogma que debemos eliminar si queremos avanzar en el conocimiento real de una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Una historia de la obesidad
La historia de la investigación sobre la obesidad se traduce, según explica Taubes en su ensayo, en la pugna entre dos hipótesis que han tratado de explicar durante más de dos siglos por qué las personas engordan. La batalla comenzó a principios del siglo XX, cuando se realizaron los primeros estudios científicos sobre la obesidad.
Según la hipótesis del equilibrio energético, los gordos son iguales en una cosa: comen demasiado

La hipótesis del equiliibrio energético surgió cuando los científicos empezaron a aplicar las leyes de la termodinámica a los organismos vivos. A finales del siglo XIX los científicos americanos Wilbur Atwater y Francis Benedict confirmaron que estas leyes podían aplicarse también a los humanos: las calorías que consumimos pueden ser quemadas a modo de combustible, almacenadas o expulsadas. Esta revelación llevó a dos científicos influyentes, el alemán Carlo von Noorden y el estadounidense Louis Newburgh, a formular la hipótesis del equilibrio energético que, pese a haberse creado hace un siglo, sigue dándose por buena por la mayoría de la población.


En 1920, Newburgh aseguró que la hipótesis del equilibrio energético debía ser necesariamente correcta, pues se basaba en una verdad fundamental: “Todos los obesos son iguales en una cosa, comen demasiado”. Para el científico americano los obesos eran los únicos responsables de su enfermedad y culpables de “varias debilidades humanas como el exceso y la ignorancia”.
La hipótesis endocrinológica
A la par que se formulaba en EEUU la hipótesis del equilibrio energético varios científicos alemanes desarrollaron una hipótesis alternativa basada en la idea de quela obesidad tenía que ver con un incorrecto funcionamiento de las hormonas y el sistema endocrino, que conducen a una acumulación excesiva de grasa en determinadas zonas del cuerpo. Para Wilhem Falta, discípulo de von Noorden y pionero de la ciencia de la endocrinología, la obesidad estaba causada por la insulina y estaba directamente relacionada con la diabetes
A principios del siglo XX varios científicos alemanes insistieron en el origen endocrino de la obesidad

Otra versión de esta hipótesis, la que ha tenido mayor recorrido, fue desarrollada por el médico alemán Gustav Von Bergmann y el endocrino austriaco Julius Bauer. Bergmann creía que la obesidad estaba causada por la lipofilia –“el amor por la grasa”–, una predisposición endocrina de algunas personas a acumular grasa en unas partes del cuerpo y no en otras. La gente con tendencia a engordar, explicó Von Bergmann en 1908, tenían un tejido adiposo anormal, con tendencia a la acumulación de grasas.


En torno a la década de los 30, la teoría de la lipofilia se convirtió en la más aceptada en Europa, y fue muy bien recibida en Estados Unidos. Pero entonces estalló la guerra.

Una hipótesis condenada al olvido
Antes de que estallara la II Guerra Mundial la mayoría de la literatura científica sobre obesidad estaba escrita en alemán. Tras la derrota del Tercer Reich, la lengua deGoethe fue desterrada de la comunidad científica y con ella todo lo relativo a la hipótesis endocrinológica de la obesidad. El inglés se convirtió en la única lengua válida para las investigaciones científicas y, debido a esto, la hipótesis del equilibrio de energía, todavía mayoritaria en EEUU, se extendió como la pólvora.
En los años 60 se constató que la insulina era el regulador principal de la acumulación de grasa en las células. El hallazgo casaba a la perfección con la hipótesis endocrinológica, pero,para entonces, ya nadie se acordaba de las teorías de Falta y Von Bergmann, que de haberse mantenido se habrían unificado tras el descubrimiento y sin duda habrían salido fortalecidas. Este desconocimiento, según Taubes, fue fatal. De haber sobrevivido la teoría endocrinológica nos habríamos dado cuenta de que los obesos no son gordos porque comen demasiado, sino porque desencadenan una respuesta hormonal que ocasiona que el combustible consumido se almacene en forma de grasa.
Para Taubes, que ha defendido repetidamente la hipótesis endocrinológica en varios libros que han llegado a superventas –Good Calories, Bad Calories (2007, que no cuenta con traducción al español) y Cómo engordamos y qué hacer al respecto(2011, RBA)–, los terapeutas saben desde mediados de los 70 que las dietas que restringen los carbohidratos son las más eficaces para combatir la obesidad, algo que casa al 100% con la hipótesis defendida por los científicos alemanes, pero la mayoría de los médicos no han dado su brazo a torcer y han negado repetidamente que la obesidad tenga un origen endocrino. 


Estamos gordos debido al consumo de carbohidratos y azúcar 
 “Los intentos por culpar al aumento mundial de la disponibilidad de calorías de la epidemia de obsesidad”, explica Taubes, “suelen pasar por alto el hecho de queste incremento está ocasionado, en gran medida, por una mayor ingesta de carbohidratos, principalmente azúcares como la sacarosa y el jarabe de maíz de alta fructosa”. En su opinión, la ciencia de la obesidad se ha alejado de los estudios científicos rigurosos para aceptar como cierto todo aquello a lo que se pueda aplicar una simple relación causa-efecto.
Pese a que Taubes mantiene una clara hipótesis reconoce que, a día de hoy, seguimos sin poder responder con solidez científica a una pregunta tan aparentemente simple como ¿por qué engordamos? Pero está decidido a encontrar la respuesta, y para ello ha marcado, a través de su plataforma Nutrition Science Initiative –que busca financiar proyectos científicos sobre nutrición–, tres condiciones necesarias para progresar en el conocimiento de la obesidad:

1. Aceptar que existen hipótesis alternativas al equilibrio energético para explicar la obesidad.

2. Negarse a aceptar investigaciones de poca calidad para establecer conocimientos fiables y directrices de salud pública.
3. Defender el gasto en investigación sobre la obesidad, pues ni siquiera las mejores investigaciones han logrado explicar, de momento, por qué engordamos.