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viernes, 10 de mayo de 2013

DIETA

Los errores que cometemos cuando hacemos dieta......


¿No consigues eliminar los kilos que te sobran? ¿Quieres abandonar la "dieta perpetua" a la que pareces condenada? ¿Estás cansada del efecto rebote? Te ofrecemos una serie de consejos para que tu plan de adelgazamiento sea eficaz.

Adelgazar llega a convertirse en una de las grandes obsesiones de muchas mujeres a lo largo de su vida. Parecen condenadas a "dietas perpetuas" que más que ayudarlas a perder peso, les hace aumentar su frustración porque no lo consiguen.

De hecho, según las últimas estadísticas publicadas, el 44,6% de las españolas tiene sobrepeso, lo que demuestra que gran parte de ellas no consigue su objetivo.

A fecha de hoy hay registradas más de 130 dietas y su número va en aumento. Los especialistas aseguran que una mujer puede llegar a realizar una media de 94 regímenes de 4 semanas de duración cada uno, lo que equivale "estar a plan" un total de 8 años.

En una sociedad como la nuestra en la que día a día crecen los índices de la obesidad y el sobrepeso y en la que persisten los cánones de belleza marcados por la delgadez, la prioridad para muchas es perder peso de forma rápida sin tener en cuenta otros parámetros.

Ante cualquier duda sobre qué tipo de dieta seguir o cómo llevarla a a cabo, los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad  enumeran los 10 errores más comunes que comentemos a la hora de ponernos a dieta:

1. Escoger la dieta al azar es igual de malo que estar a “dieta perpetua”.  La dieta ha de ser a medida, tiene que ajustarse a nuestras necesidades. Si queremos adelgazar es indispensable acudir a un especialista y seguir un programa  basado en nuestras características propias, tanto emocionales, como metabólicas, como de hábitos y vida social.

2. Fijarnos unos objetivos muy altos a corto plazo. A muchas personas les entran las prisas en determinadas ocasiones, ya sea para “lucir tipito en una boda” o para “superar la prueba del bañador”. “Lo saludable y eficaz es perder 1Kg a la semana, 1,5Kg si realizamos actividad física, por encima de éste peso corremos el riesgo del efecto rebote, de perder principalmente agua y masa muscular, y de a los pocos días encontrarnos irritables, apáticos y débiles”, asegura Rubén Bravo experto en nutrición.

3. Saltarse las comidas. Está demostrado que realizar unas 5 comidas al día favorece el seguimiento de la dieta. La ingesta de alimentos debe ser cada 3-4 horas. Esto favorece un aumento del gasto metabólico y nos ayuda a evitar la ansiedad y a llegar con menos hambre a la siguiente comida.

4. Retirar algún grupo de alimentos o los que nos dan placer. “Para perder peso de forma efectiva, evitando el efecto rebote a medio y a largo plazo, no hay que retirar ni las proteínas, ni las grasas, ni los hidratos de carbono; simplemente hay que reducir la ingesta de algunos alimentos y aumentar la de otros, dejando los objetos de placer como excepción para el fin de semana.Con ello no sólo perderemos peso al mismo ritmo, sino que nos procuramos un aliciente psicológico y los niveles de ansiedad disminuirán”, aconseja el especialista.
  
5. El mismo menú todos los días. La falta de variedad en una dieta aburre y hace que nos cansemos de ella al poco tiempo. Hay una amplia variedad de alimentos, condimentos y formas de cocinar alternativas que nos ayudan a ser más creativos a la hora de comer. Si no nos gusta mucho la cocina, un buen libro de cocina fácil nos echará una mano en estos casos.

6. No beber agua durante la comida. Nada más lejos de la realidad, pues beber agua en la comida no sólo que no engorda, sino aumenta los niveles de saciedad y nos hará comer menos cantidad. “El agua desnaturaliza el alimento a la hora de metabolizarlo y ralentiza nuestra digestión, incidiendo de forma directa en los niveles de acidez digestivos, por tanto es indispensable en la ingesta”, concluye Bravo.

7. El “light” también engorda. Es común que cuando estamos a régimen introduzcamos alimentos con menos calorías o Light en la dieta. Sin embargo, muchas veces al saber que estos alimentos engordan menos, tendemos a consumir mayor cantidad. Al final, el resultado puede ser en un aporte calórico igual al alimento original.

8. Cenar sólo fruta. Llega el verano y el melón y la sandía se convierten en una cena “ligera” y refrescante. A pesar de que las frutas nos aportan mucha agua y vitaminas, también hay que tener en cuenta que contienen azúcares simples, que se digieren de forma rápida y nos proporcionan energía que precisamente no nos hace falta a última hora del día. Lo ideal es comer la fruta sola, así se absorben mejor los nutrientes, o media hora antes de la comida por su efecto saciante.

9. Mucha dieta, pero poco ejercicio. El término adelgazar consiste en conseguir gastar más calorías de las que nuestro cuerpo necesita para que éste recurra a las reservas de grasa para obtener energía. Cuando estamos a dieta restringimos el aporte de energía, pero ¿qué pasa cuando dejamos la dieta y volvemos a aumentar las calorías diarias? La actividad física hace que nuestro gasto calórico sea mayor y, por lo tanto, que consumiendo las mismas calorías no engordemos.

10. Consultar la báscula de forma compulsiva. Muchas veces la impaciencia de adelgazar rápido nos juega una mala pasada.  Los nutricionistas aconsejan no pesarse de forma compulsiva, ni mucho menos cada día o de forma excesiva –por la mañana y por la noche-. Lo idóneo sería consultar la báscula una vez a la semana, al ser posible por la mañana y siempre en la misma hora.




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